viernes, 10 de septiembre de 2010

Fiesta de Nuestra Señora de Coromoto

Nuestra Señora de Coromoto
Patrona de Venezuela

Fiesta: celebrada tres veces al año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre.



A la llegada de los españoles a la región de Guanare, hacia el 1591, un grupo de indios de la tribu de los Coromotos decide abandonar su tierra y huir hacia el río Tucupido, porque no quieren nada con los blancos ni con la religión que ellos traen.   Cincuenta años después los indios, que siguen sin convertirse al Evangelio, viven en un poblado no muy distante de la villa de los españoles; ambos grupos viven en armonía, pero permanecen aislados entre sí. 

Estando así las cosas, una mañana del año 1651, el cacique de los Coromotos, junto con su esposa, contempla asombrado una extraordinaria visión.  En la quebrada del río Tucupido, sobre la corriente de las aguas, una hermosa señora los está mirando con una amable expresión en su rostro; el pequeño niño que lleva en sus brazos también les sonríe plácidamente.  La misteriosa señora llama al cacique y le ordena: "Sal del bosque junto con los tuyos y ve donde los blancos para que reciban el agua sobre la cabeza y puedan entrar en el cielo"

  
El cacique impresionado por lo que ha visto y oído, decide obedecer a la bella señora y marcha con su tribu para ser instruido en la religión cristiana.  Sin embargo, el indio, acostumbrado a la libertad de los bosques no puede adaptarse al nuevo régimen de vida y junto con su familia, se vuelve a su aldea en la selva.  La señora se aparece nuevamente, esta vez en la modesta choza del indígena; y aunque la Virgen se presenta rodeada de un aura luminosa cuyos rayos inundan de fuego todo el bohío, no logra conmover al cacique que, enojado, trata de echarla y hasta llega a tomar sus armas con la clara intención de amenazar a la amable señora.  Siempre sonriente, la Virgen avanza suavemente hacia el cacique y cuando este extiende con ira su mano para atraparla, ella desaparece ante su vista.  En el puño cerrado del indio coromoto quedó una pequeña estampa en la que ha quedado impresa la imagen de la Señora. 
El mal ejemplo es un obstáculo para que otros encuentren la verdad sobre Jesucristo.   Siempre ha sido así. No por eso la verdad cambia. ¡Cuantos se han separado de la Iglesia por el mal ejemplo de un sacerdote o de alguien que está identificado con la Iglesia!.  ¡Que gran responsabilidad tenemos los cristianos al ser embajadores de Cristo!  Debemos al mismo tiempo recordar que nuestra fidelidad a la Iglesia se fundamenta en Dios que nunca falla. Cuando vemos el pecado ajeno, en vez de separarnos de la Iglesia, debemos examinar nuestro propio comportamiento que es por el que seremos juzgados.  Pero que difícil es eso cuando nunca se ha conocido a Jesús, como en el caso de los indios. ¿como pueden llegar a distinguir entre los católicos malos y la verdad de su religión?.  Por la dificultad de ello es que viene la Virgen a Venezuela, y con su amor de madre lleva a los indios a superar el obstáculo de las diferencias culturales y a recibir por la Iglesia a Jesús. 
La Virgen de Coromoto es una diminuta reliquia que mide 27 milímetros de alto por 22 de ancho.  El material de la estampa pudiera ser pergamino o "papel de seda"; la Virgen aparece pintada de medio cuerpo, está sentada y sostiene al Niño Jesús en su regazo.  Su apariencia es de ser dibujada con una fina pluma, trazada como un retrato en tinta china a base de rayas y puntos. La Virgen y el Niño miran de frente; erguidas sus cabezas coronadas.  Dos columnas unidas entre si por un arco forman el respaldo del trono que los sostiene.   La virgen cubre sus hombros con un manto carmesí con oscuros reflejos morados.   Un blanco velo cae simétricamente sobre sus cabellos cubriéndolos devotamente.   La túnica de la Virgen es de color pajizo y la del niño es blanca como su velo.
La imagen se muestra a la veneración de los fieles protegida dentro en una riquísima custodia. El 7 de octubre de 1944, a petición de los obispos de la nación, Pío XII la declaró, "Patrona de la República de Venezuela" y su coronación canónica se celebró al cumplirse los tres siglos de la aparición, el 11 de septiembre de 1952.
El Emmo, Sr. Cardenal Arzobispo de la Habana, Manuel Artega y Betancourt, coronó la sagrada imagen de Nuestra Señora de Coromoto en representación del Papa Pío XII. Los venezolanos celebran a su patrona en tres ocasiones cada año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre.  El Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto, lugar de encuentro de grandes peregrinaciones, fue declarado Basílica por S.S. el Papa Pío XII el 24 de mayo de 1949.

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Entre los Indios que habitaban la región de Guanare había una parte designada con el nombre Cospes. Cuando en 1591 llegaron los españoles allí y se hizo el reparto de tierras e Indios en encomiendas, unas cuantas familias de los Cospes se disgregaron de su Tribu y huyeron internándose en las selvas de las dilatadas montañas y valles que se extienden entre Boconó de Trujillo y Guanare, hacia las riberas del río Tucupido. En esos lugares apartados se mantuvieron los Cospes muchos años sin acordarse nadie de ellos, hasta que sonó en el reloj de la Providencia la hora de su conversión mediante la maternal intervención de María Santísima.
Un español noble y honrado, buen cristiano, llamado Juan Sánchez, había obtenido años atrás unos terrenos en la margen derecha del Guanare a unas 5 leguas de la Villa de Espíritu Santo que es la ciudad de Guanare.
Varios años llevaban los Indios Cospes sin que los civilizadores extranjeros hubieran podido conseguir que ellos descendieran a tomar parte en el aprendizaje del cultivo de los campos y de la Doctrina Cristiana. Estaban, según refieren en la historia, en aquellos lugares de la montaña en donde ellos se habían ocultado hacia las fuentes del río Tucupido y su margen derecha.
Aquí se dejó ver la Virgen no solo del Jefe de la Tribu sino de varios otros indios y es también donde les mandó a que fueran a donde los blancos Españoles a que los Bautizaran; por indicación de la Virgen, los Indios en número de varios centenares dejaron la montaña y se pusieron a las órdenes de Juan Sánchez quien les fijó para su residencia y trabajo unos campos de su propiedad conocidos con el nombre de Coromoto, nombre propio de una quebrada en la confluencia de los ríos Tucupido y Guanare de la cual toma la denominación de aquel paraje la Santísima Virgen que allí apareció.
Según refiera la Historia la Virgen de Coromoto apareció repetidas veces a los Indios cospes y no solamente a los mayores sino también a los hijos de éstos según testimonio de los que fueron Párrocos de Guanare en el tiempo no lejano de las apariciones.
La primera Aparición tuvo lugar en el año de 1651 cuando el cacique de los Cospes se dirigía en compañía de su mujer al trabajo de campo. Al llegar a una quebrada, una hermosa Señora que sostenía en sus brazos un precioso niño, apareció caminando sobre las aguas diciéndoles en la lengua propia de los Indios "salgan a donde están los blancos para que les echen agua sobre sus cabezas para subir al Cielo".
El Cacique de los Cospes que en un principio asistía gustoso a las instrucciones catequísticas disgustó luego añorando sin duda la soledad de los bosques y se retiró sin recibir el bautismo. Triste y meditabundo estaba el Indio recostado en su choza días antes de su fuga. Con él se hallaban su esposa, su hermana Isabel y un hijo de éste el cual era llamado Juan.
Todo era silencio en la noche pues las Indias al ver de tan mal humor al Cacique que no se atrevían a decir palabra. Habrían transcurrido algunos instantes desde la llegada del cacique cuando de modo visible y corpóreo se presentó la Virgen Santísima en el umbral del bohío, despidiendo rayos abundantes como los rayos del sol a medio día, según palabras de la India Isabel, que iluminaron el recinto con celestial claridad.
Al verla el Cacique pensó que la Gran Señora venía a reprocharle su mal proceder y le dijo: "¿Hasta cuándo me quieres perseguir?" bien te puedes volver, no he de hacer más lo que tú me mandes. Por ti dejé mis conucos y he venido a pasar trabajos. Como las mujeres reprendieron al Indio el modo como trataba a la Bella Mujer, le dijo a la Virgen que lo miraba sonriente: ¿ con matarte me dejarás? Adelantándose entonces la Virgen hacia el Cacique, él se abalanzó sobre ella para asirla del brazo y echarla fuera quedando todo envuelto en tinieblas. Aquí la tengo, dice el Indio en tono de furia y triunfo. Muéstrala para verla responden las mujeres y a la luz de las ascuas que arden en el tosco fogón, abrió el Indio su mano y contemplan todos el retrato de la bella mujer.
El pobre Indio resistió por algún tiempo más la acción de la gracia que golpeaba insistentemente a las puertas de su corazón, pero al fin, la Virgen salió triunfante pues el Cacique al verse mortalmente herido por la mordedura de una serpiente cuando huía a la espesura de la selva, pidió a gritos el Bautismo que le fue suministrado por un buen Cristiano de la Ciudad de Barinas.
De las palabras que la Virgen dijo al Cacique y a los Indios Cospes desde la primera de sus apariciones era que "Salieran a donde estaban los Blancos para que les echara agua en la cabeza para ir al Cielo". Se deduce que la Virgen se constituyó en Misionera de los Indios Venezolanos siendo en la Aurora de la Fe del nuevo mundo como un sol brillantísimo que irradiara los más fulgurantes resplandores. Mas no hizo sus apariciones solo para convertir a los Indios sino que dejó su retrato en esta tierra privilegiada para que la iluminara en la sucesión de los tiempos. No significa otra cosa los múltiples prodigios que su poder ha obrado en favor de sus devotos y continúa obrando en el orden de la naturaleza como el de la gracia para conservar siempre el vivo rescoldo de la Fe en el pueblo Venezolano.
Muchas son las devociones marianas como las distintas advocaciones de la Santísima Virgen en nuestra Patria. Todas son sin duda dignas de consideración y aprecio pero ninguna como la de la Virgen de Coromoto. Ella es la primera en el orden del tiempo pues ninguna como ella puede remontarse a los tiempos de la Evangelización primitiva de los Indios cuando la Fe empezaba a nacer en tierras Americanas. Ella es la única que tiene por origen la aparición real de la Santísima Virgen en persona a nuestros aborígenes, dejándoles el don inestimable de su imagen. Ella es la que con más fuerzas atrae los corazones de toda Venezuela pues desde las remotas regiones acudieron llenos de Fe y amor los peregrinos.
Ella, por tanto, tiene más derechos que ninguna otra devoción a ser proclamada Patrona Celestial de nuestra Patria.
Proclámala tú muy alto en el fondo de tu corazón, entronízala en tu hogar y conviértete en el apóstol de la devoción a Nuestra Señora de Coromoto.
El 1º de mayo de 1942 fue declarada Patrona de Venezuela por el Episcopado Nacional. El 7 de octubre de 1944, S. S. Pío XXII, la declaró "Celeste y Principal Patrona de toda la República de Venezuela", su coronación canónica se celebró en 1952. El Santuario Nacional a la Virgen de Coromoto fue declarado Basílica por S. S. Pío XII el 24 de mayo de 1949.
Himno a la Virgen de Coromoto
Salve, aurora jubilosa
de una Patria soberana
que te bendice y te aclama
con sus historias gloriosas;
salve, Virgen de los Llanos,
siempreviva del amor,
cautivas tú el corazón
de cada venezolano.
Flores de nieve en Los Andes,
olas de azul en el mar,
todo me dice un cantar,
para rimar tus bondades.
En los pliegues tricolores
de la bandera señera
guarda Venezuela entera
de su Virgen los amores.

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